Conocer este lugar es una experiencia única, ya que está enclavado en lo más alto del Cerro del Chapulín. Para llegar a él necesitarás caminar una gran subida, te retamos a que lo hagas corriendo, –una gran prueba para ver qué tal andas de condición–. El Castillo de Chapultepec ha sido testigo de varios eventos históricos y casa de grandes personalidades. Te invitamos a visitarlo y conocer más de cómo se vivió en esa época y, por qué no, a sentirte todo un virrey, aunque sea solo por un par de horas.

Historia del Castillo de Chapultepec

Comenzó a construirse en 1785 por órdenes del virrey Bernardo de Gálvez como una casa de descanso para los virreyes, pero el proyecto no se terminó, ya que el virrey murió. Al no contar con alguien que le diera continuidad al proyecto, en 1786 la Corona Española ordenó subastarlo –mejor dicho, rematarlo– por la cantidad de 60 mil pesos (una tercera parte de lo que había costado), pero al no tener compradores, en 1792 el virrey Juan Vicente Güemes Pacheco lo convirtió en el Archivo General de la Nueva España. Fue hasta 1806 que fue comprado por el gobierno mexicano.

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Los domingos, el castillo recibe entre 10 mil y 13 mil visitantes

En 1833 se establece como sede del Colegio Militar. Tras el ataque recibido por tropas estadounidenses en 1847, el Castillo de Chapultepec queda severamente dañado y es abandonado. Fue hasta 1864 que se convierte –solo por 3 años– en el Palacio Imperial del Emperador Maximiliano de Habsburgo y la Emperatriz Carlota. En 1878 se convierte en sede del primer Observatorio Astronómico de México y en 1882 Manuel González lo convierte en la residencia oficial de los presidentes. Finalmente, en 1939 el presidente Lázaro Cárdenas lo decreta como sede del Museo de Sitio del Museo Nacional de Historia.

Aquí vivieron los presidentes Porfirio Díaz, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, entre otros

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La era dorada del Castillo

Fue Maximiliano de Habsburgo quien decidió hacer de este lugar una bella y majestuosa residencia. El emperador austriaco –acostumbrado a los mayores lujos– decide tener su castillo de estilo neoclásico, por lo que contrata al arquitecto mexicano Ramón Rodríguez Arangoity para realizarlo. Este estilo arquitectónico se ve reflejado en los arcos, jardines, terrazas y columnas. El artista mexicano Santiago Rebul fue el encargado de pintar las habitaciones del castillo; además, todas las habitaciones fueron decoradas con los mejores muebles y pinturas de Europa.

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Julius Hofmann, Carl Gangolf Kaiser, Carlos Schaffer y Eleuterio Méndez también participaron en la construcción del Alcázar

Museo Nacional de Historia

Es uno de los museo más bellos de México, un espacio donde se puede conocer parte de la historia y evolución de nuestro país. Está compuesto por 3 áreas de exhibición: el antiguo Colegio Militar, el Alcázar y la sala de exposiciones temporales. En la primera sala se muestra la trayectoria histórica desde la conquista de Tenochtitlán hasta la Revolución Mexicana; aquí se exponen obras y murales como El Retablo de la Independencia y la Constitución de 1917; te recomendamos unirte a las visitas, tienen en diferentes horarios según el número de gente que esté presente.

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“Sufragio efectivo, no reelección”

La segunda parte es el Alcázar, el espacio que recrea las habitaciones donde vivieron los emperadores y presidentes. Aquí se ven piezas exclusivas como muebles, retratos al óleo, esculturas, tapices de la época, pianos, cristalería, entre otros. El salón comedor, el baño de Carlota, el salón de música y el salón fumador son espectaculares, pero el que más nos gustó fue la elegantiosa habitación de Carlota (conocida como la recámara azul), aquí el bronce y el carey están en casi todos sus muebles. ¡Todo un tesoro!

El Museo Nacional de Historia tiene un acervo de más de 100 mil piezas

Finalmente, el tercer punto es la sala de exposiciones temporales, que presenta actualmente Del goce privado al deleite público: colección Ramón Alcazar, hasta octubre; y El cumpleaños de Carlota, hasta noviembre.

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Recámara de Carlota Amelia, Emperatriz de México

Los Niños Héroes, ¿mito o realidad?

Existen varias versiones, la más conocida es la de los cadetes Juan Escutia, Juan de la Barrera, Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Vicente Suárez y Francisco Márquez, quienes decidieron defender su escuela. Se destaca el cadete Juan Escutia, quien se arrojó desde lo alto del castillo envuelto en la bandera para evitar que fuera dañada. Pero hay historiadores que mencionan como verdadero héroe a Felipe Santiago Xicoténcatl (comandante del Batallón de San Blas), quien con 41 años se enfrentó a los estadounidenses para defender el Castillo de Chapultepec. Durante la batalla, Xicoténcatl se ató la bandera de su batallón a la cintura y siguió en combate; murió de 14 tiros. Otra versión da como héroe a Miguel Miramont, uno de los 22 sobrevivientes de la batalla; fue presidente interino de México, pero al ser conservador se alió con Maximiliano, y fue mandado fusilar por Benito Juárez. ¿Mito o realidad?, eso difícilmente lo sabremos, pero independientemente de quiénes hayan sido los verdaderos héroes, todos sin excepción merecen un reconocimiento por ser grandes combatientes mexicanos.

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De los 800 cadetes que combatieron, solo 22 sobrevivieron

Este museo también ofrece gran cantidad de eventos y actos culturales, como talleres, conferencias, exposiciones, presentaciones de libros y exposiciones temporales. ¡No te lo pierdas!

Castillo de CHapultepec
Reforma esq. Circuito interior, Primera Sección de Chapultepec.
Martes a domingo, 9:00 a 17:00 h.
Costo: $70.
Domingo entrada libre

Redacción: equipo México Chulo

Fuentes: Documental Castillos de América, Programa El Foco, INAH, Museo Nacional de Historia.

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