¿Estresado y con ganas de desconectarte de todos tus problemas? Te tenemos buenas noticias: el Jardín Botánico de la UNAM es un pequeño paraíso en medio de la ciudad donde hallarás la paz y la tranquilidad que estás buscando.
Este espacio a cargo del Instituto de Biología de la UNAM es uno de los tesoros mejor guardados de la UNAM —de hecho, está medio escondido—, pues conserva 15 colecciones con más de 1600 especies de plantas nativas de México, que en conjunto forman un jardín esplendoroso.
Un oasis de paz sin salir de la ciudad
Para visitar el Jardín Botánico de la UNAM solo necesitas unos zapatos cómodos y ganas de perderte —literalmente— en los senderos y caminos de roca volcánica rodeados de toda clase de plantas, flores, árboles y algunos estanques. El paisaje es sobrecogedor e invita a disfrutar de la naturaleza y desconectarse del mundo.
El lugar está dividido por secciones, de acuerdo con los diferentes tipos de plantas y climas del país. Durante el recorrido, además de tranquilidad, vas a encontrar cosas verdaderamente interesantes, por ejemplo, plantas medicinales como el toloache (bueno para desinflamar, y no para “amarrar” a quien ya le echaste el ojo); árboles de todo tipo (pinos, cipreses, oyameles, tejocotes); gran variedad de cactáceas y un estupendo invernadero.