La Basílica de Guadalupe es un lugar especial -para los creyentes y ateos por igual-, es un lugar de culto y un recinto en el que se respira agradecimiento y fe en cada paso. Es visitada por millones de personas de todas partes del mundo -le gana solo la Basílica de San Pedro-, lo que la hace una parada obligada si andas de visita por CDMX, ¡ven, te llevamos de paseo!

Aquí la Nueva y antigua Basílica de Guadalupe
Más conocida como La Villa
Desde que llegas su enorme atrio te asombrará, a lo lejos es claro divisar su majestuosa construcción -alguna vez escuchamos decir a alguien que su diseño parecía una carpa de circo, ja, cuestión de percepción-. Entrar es sentir un cúmulo de sensaciones y sentimientos; paz y asombro de lo que se admira. Aquí lo mismo ves a bebés con días de nacidos, que ancianitos que apenas pueden caminar, eso sí, felices de estar aquí. La Villa abre a las 6 de la mañana y cierra a las 9 de la noche y hay misa cada hora. Te aconsejamos ir temprano, santiguarte y tomar misa -hazlo no te caerá nada mal-. Ya sea que tomes misa o solo vayas de mirón, te recomendamos pasar por debajo de la imagen de la Virgen de Guadalupe, a través de su andador eléctrico, la vista que se tiene desde ese ángulo es maravillosa.

Interior de la Basílica de Santa María de Guadalupe
¡Ojo! La Villa tiene un estacionamiento enorme donde puedes dejar tu auto, pero afuera hay chicos que te dirán que no está funcionando, así que ¡no los peles!

Esta vista es inigualable
Museo de la Virgen de Guadalupe
Así como leíste, hay un museo que fue inaugurado en 1941 y está ubicado a espaldas de la Basílica Antigua. Aquí se muestran imágenes de la Virgen de Guadalupe de todo tipo, así como regalos que personalidades como toreros, presidentes, reyes y artistas han dejado personalmente como agradecimiento a la virgen del Tepeyac. Algo chistoso que nos pasó, es que parte de la construcción está ladeada -el peso de la iglesia, el suelo y los años han hecho de las suyas-, así que en algunos momentos sentirás que caminas un poco de lado. Tu visita estará resguardada por personal del museo que te guiarán por todo el inmueble con una actitud muy cordial, todo por 10 pesitos que es lo que cuesta la entrada.