Este es uno de los restaurantes emblemáticos de Ciudad de México, un clásico —con todas las de la ley— donde se come delicioso, y que ha sobrevivido a la prueba del tiempo (según se lee en su carta, el sitio data del año 1914). Así que la próxima vez que deambules por el Centro Histórico de CDMX en busca de un buen lugar para comer, no lo dudes, el Salón Luz es una opción que nunca te va a quedar mal.

Si vas por primera vez, sin lugar a dudas pide la sopa Salón Luz

Salón Luz, un afortunado encuentro culinario entre México y Alemania

En estricto sentido, el Salón Luz es una cantina, pero en realidad funciona como restaurante familiar, pero eso sí, con el ambiente tradicional y el servicio esmerado típico de una cantina. De acuerdo con la historia que viene al reverso del menú, los fundadores eran de origen alemán y ofrecían platillos germanos, pero en 1980 ampliaron su carta con platos internacionales y de comida mexicana.

Sándwich de salchicha tipo Frankfurt

El Salón Luz es uno de los pocos restaurantes que tiene “dorado” en su menú, un pescado con un sabor exquisito. En temporada también sirven escamoles.

Taco de marlin ahumado

Sin duda lo que distingue al Salón Luz es su extenso menú con platillos originales, bien sustentados y, sobre todo, deliciosos. Desde las entradas uno sabe que aquí la comida se la toman en serio. Por ejemplo, qué te parecería empezar con unas croquetas de bacalao o de rabo de toro, una tostada de pato, unos tacos de marlin ahumado o una orden de queso ovejero holandés. Suena bastante bien, ¿no?

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La torta de milanesa de ternera no es para bocas chiquitas

Pero también hay ensaladas y sopas exquisitas, como la de ostión o la clásica Salón Luz. Y si se trata de platos fuertes, el panorama es todavía más amplio y alentador, pues encuentras desde una torta de milanesa de ternera (buenísima y sustanciosa) o salchichas alemanas, hasta platillos del mar (pulpo a las brasas, huachinango zarandeado, camarones a la diabla), cortes de carne (rib eye, lomo gaucho, arrachera) o platos que tienen varias combinaciones, como el plato Berlín, con carne tártara, hamburguesa y salchicha Frankfurt.

Flan “Cantinflas”, llamado así en honor al artista que fue el padrino del 50 aniversario del restaurante

Platillos imperdibles

Si bien toda la carta es una tentación, estos son los platillos que, por su peculiaridad —y por su sabor—, tienes que probar por lo menos una vez:

  • Sopa Salón Luz. Esta sopa es el sello de la casa: un caldito de pollo que cae como remedio para el alma; no tiene mayor complejidad, pero sí mucho sabor. Se sirve con verduras, cubitos de queso manchego y un huevo cocido. No te vayas sin probarlo.
  • Ensalada César. Este es uno de los pocos restaurantes donde sirven la auténtica ensalada César. La preparan al momento en tu mesa, en una ensaladera de madera —como debe ser—. Ahí mismo también hacen el aderezo, con todos los ingredientes y menjurjes que debe llevar.
  • Carne tártara. Muchos de los clientes frecuentes del Salón Luz vienen exclusivamente por la carne tártara, y al igual que la ensalada César la preparan en tu mesa. Ya sea que la pidas con anchoas o con angulas es una delicia.
  • Sándwiches. Estos sandwichitos también son otro clásico del lugar, se preparan con pan de centeno y vienen acompañados con ensalada de pollo. El relleno ya depende de tu gusto: salchicha, pollo, jamón serrano, bacalao, milanesa de ternera, entre otros.

Aunque es una cantina, el ambiente es totalmente familiar

Ahora que ya sabes todo lo que te has perdido por no conocer el Salón Luz, ¿qué esperas para visitarlo?

Salón Luz
Gante 21, esquina Venustiano Carranza, Centro Histórico.
Lunes a domingo de 13:00 h a 22:00 h.
Costo promedio: $250 – $300 por persona.
Escrito por: equipo México Chulo.

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