¿Sabías que la casa de El Indio Fernández está abierta al público en general sábados y domingos? Nosotros tampoco, pero en cuanto nos enteramos nos lanzamos a visitarla, y el solo hecho de estar ahí es toda una experiencia. Además, se encuentra en una zona supertranquila de Coyoacán (que ya es decir), a una cuadra de la bellísima calle de Francisco Sosa.

La casa tardó cerca de 30 años en construirse y es como una fortaleza.
Nada más imagina todo lo que tiene que contar un lugar donde se hacían verdaderas pachangas que duraban tres días, con grandes viandas e invitados como Dolores del Río, Diego Rivera, María Félix, Pedro Armendáriz, Gabriel Figueroa y toda la crema y nata del Cine de Oro mexicano. Interesante, ¿no crees?

La cocina tiene un estilo tradicional mexicano y es completamente funcional.
Casa de El Indio Fernández: una fortaleza con muchas historias que contar

En este salón de música, Agustín Lara solía tocar el piano en las fiestas.
Más allá de sus dimensiones y su excepcional arquitectura (desde afuera parece una fortaleza de piedra, y por dentro es como una hacienda que combina elementos mexicanos, prehispánicos y coloniales), lo más interesante de la casa de El Indio Fernández son las historias que guarda de su época más gloriosa, así como los secretos y las innumerables anécdotas del director mexicano.

En el “Salón de los gallos”, El Indio Fernández agasajaba a sus invitados.
Aunque puedes recorrer la casa por tu cuenta, lo mejor es tomar una de las visitas guiadas que realiza un historiador, pues así conocerás a detalle lo que acontecía en la vida cotidiana de El Indio Fernández. Literalmente te enterarás de sus secretos de alcoba.