Existen solo dos cascadas petrificadas en el mundo; las de Hierve el Agua en Oaxaca y las de Pumukkale, en Turquía. Con este dato te darás cuenta de la inmensa belleza natural que tenemos en México; nosotros ya las conocemos, ¿y tú?
Hierve el Agua, belleza entre los valles
Para llegar ahí te recomendamos tomar la autopista y en 50 minutos estarás ahí, también está la opción de tomar la carretera libre aunque eso le añada 40 minutos más a tu viaje. Las cascadas petrificadas de Hierve el Agua se localizan en el municipio de San Lorenzo Albarradas; para llegar, primero pagarás en la carretera una ´aportación voluntaria´ de 10 pesos por persona, –nomás pa´ seguir con tu camino–, ya cuando llegas a las cascadas pagarás una cuota de entrada de 25 pesos por persona.
Vale la pena todo lo que pasas para llegar (curvas, cuotas y caminos de terracería) por el solo hecho de conocer esta maravilla natural. Las cascadas petrificadas de Hierve el Agua se formaron debido al escurrimiento de agua de dos manantiales que ahí se ubican, esta agua se encuentra llena de minerales (especialmente carbonato de calcio) lo que generó que con el paso del tiempo el agua se solidificara, creando así unas cascadas petrificadas inigualables.
El ´anfiteatro´ está lleno de pequeñas pozas con agua, y dos grandes ojos de agua, los cuales te invitan a echarte un chapuzón y disfrutar de una vista inigualable. Aquí puedes sentarte bajo el único árbol que se encuentra en medio del ´anfiteatro´; hay una banca donde podrás admirar el paisaje de sus valles todo el tiempo que se te antoje. Si deseas apreciarlas desde otro ángulo, hay un sendero que te lleva hacia un extremo, desde aquí podrás mirar su forma petrificada en su totalidad. También puedes bajar al pie de la cascada principal pero te tomará una hora bajar y subir, así que tú decides.