Su cercanía con CDMX –a poco más de una hora– lo hacen una gran opción para visitarlo de pisa y corre. Déjate apapachar por Tepoztlán, por sus artesanías, su rica comida y su emblemático cerro del Tepozteco.
Tepoztlán, un lugar con mucho que hacer
Desde que llegas se siente un clima caluroso muy agradable que te invita a comprar una deliciosa y refrescante michelada preparada. Aunque Tepoztlán en sí es un lugar muy pequeño, hay mucho qué hacer, como caminar la Av. del Tepozteco y la calle Revolución de 1910, donde verás artesanías de todo tipo: pinturas, alebrijes, pulseras, entre otras.
El Tepozteco, el mejor mirador
Subir no es opción, es una obligación. Así que ponte los tenis más cómodos que tengas y olvídate de las huaraches coquetos y los zapatos de tacón, nos lo vas a agradecer. Ojo, mete en una pequeña mochila: agua, dulces o chocolates, pañuelos desechables y una gorra.
La subida es muy pesada, así que llévatela con calma, si quieres descansar, hazlo, y procura mantenerte bien hidratado. Nosotros lo subimos en 1:10 minutos y eso que no nos paramos. Anímate a subir, la vista desde lo más alto es realmente maravillosa.